Ahora ,
un instante conmigo misma,
esperando al alba
donde de nuevo aparece esa batalla
perdida de antemano
e inutilmente olvidada.
Esa necesidad imperiosa
de preguntar
con respuestas preconcebidas
de mirar sin ver nada
ni siquiera el horizonte
que anuncie un final
Caminar en tinieblas
palpando el vacío
Sí,
se amontonan las incógnitas en mi garganta
intentar conocer mi madera
entender que todo es
el juego
de vivir
o morir sin epitafio
porque siempre ha de quedar
un epitafio.
Cómo ciega la lucidez de la verdad
cuando no quieres verla,
creer que solo con mirar las estrellas
puedes bajarlas, una a una
y sin escaleras.
Jugar al juego de las sombras
siendo tal vez más auténtica
bajo ellas
Abrirse paso desde las entrañas
como el último alarido de la tierra.
Cada poro lo invade un latido
cada latido un poema
un dolor
una pasión
un amor sin riendas
la cachetada del aire
que se vuelve huracán desmedido
azotando el alma incauta
Y la palabra que juega
respondiendo vacios
aprovechando ausencias
filtrando su poder allá por donde pueda,
engrandece sentimientos
o los aniquila sin prudencia
La palabra,
esa...
que nos crea
cuando nombra
nuestra existencia
o enmudece la vida cuando nos niega
Liliana Tavío@ Junio 2012
"Decir"sentimientos
A veces se hacen pocas las palabras cuando se quieren “decir”sentimientos, y no se abarca todo ese universo que se quiere y se necesita expresar; otras veces no se puede exorcizar las emociones que nos estrangulan el alma , y a solas, en el acto más íntimo que una puede tener consigo misma, cuando la poesía adquiere ese matiz de eterna confidente, y su verbo es el tuyo, ahí se queda plasmado, compartido con el mundo lo que somos, la poesía se hace voz, nos desnuda y nos devuelve a nuestros orígenes eternos, al corazón del universo.
Hermosa forma de hablarnos de un quizás sentido de soledad, de un deseo de universo, de una esperanza universal por la grandeza del amor y de la felicidad.
ResponderEliminar