No hay
brumas suficientes
que
escondan la mirada del hurón herido
en su
madriguera.
Feroz
espera la mano del amo
que
quiera curarlo
después
de haberle obedecido
y haber salido a cazar la presa
para la
que no estaba prevenido.
Su
pellejo centellado ,
sus
dientes partidos ,
el
hocico ensangrentado,
pero
aún así le espera.
Quiere
gritar de impotencia,
de
rabia,
de
dolor,
de
vergüenza
pero
las mordidas en su cuello no le dejan
Se le
escapa el aire entre los orificios de la dentellada
del
enemigo…¿quién era?
No
comprende nada
Y él no
llega!
Siente
que la vida se le va
Y él no
llega!
Sangra,
vomita
Pero su
corazón aún bombea
Un
minuto más…!!
…tal
vez es que él no le encuentra!
Le
falta el aire…
Quiere
esperar…
Y ya no
le quedan fuerzas
Un
minuto más..!!
…pero
no queda tiempo!
El
destino se ha cumplido, el círculo se cierra
….es
hora de volver a consagrarse a la tierra…
Mientras
su amo que no sabe de él,
ya…..
……..no le espera.
Liliana Tavío Aguilar ©Agosto 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario