No me
sueltes…
…te lo ruego
-
suscito-
una
plegaria,
una
súplica,
un
grito desesperado de agonía.
Porque
ya no siento tu voz
mientras
me busco en tu mirada.
Por
favor…
Dime
que la noche solo es oscura cuando la luna juega a esconderse tras las estrellas.
Que el
calor de tus manos se enfriaron en mi piel porque solo es primavera y hasta el
invierno no calientan.
Déjame sentirme
luciérnaga en tus noches de deseo
y quiero
sentir el mío agolpándome tras las llamadas de la puerta que sin cuidar se
cierra
Rescátame
de mi misma,
enjuga
mis lágrimas con tu lengua,
mójame
los ojos con tus besos que apacigüen mis penas.
Dime
que mis miedos son fantasmas amorfos,
que mi
vida sigue valiendo la pena.
Ayúdame
a comprender que solo es un andar más del mismo camino
un paso
a fin de cuentas hacia otra aldea
que
habíamos trazado en el mapa.
Hazme
creer que todo marcha como debiera….
…y que a
veces la soledad, forma parte del mismo sistema.
Liliana Tavío Aguilar©Diciembre 2012
Nunca te he leido un poema,con un asentimiento expresado mas intidanente, y tan poetico....Me encanto
ResponderEliminarQue buen poema, Liliana. Romántico, lírico y bello.
ResponderEliminarSuavidad y profundidad en tus palabras.
Me ha gustado muchísimo.
Felicitaciones
Abrazos
Ana
Muchísimas gracias por tu visita y dejar tan gratificantes apreciaciones, un saludo.
EliminarEn ocasiones andamos dando tropezones con nosotros mismos, que es una manera de percatarnos de lo bien que solemos caminar cuando no tropezamos. Magnífico tu poema, sabes lo mucho que te admiro como poeta. Besos cariño
ResponderEliminar