Tu mirada inerte me descubre,
tiñe de soledad la noche que ya no te espera
No hay un cuarto donde entibiar
la piel adormecida de los años
Afuera los brazos de la oscuridad
tiñe de soledad la noche que ya no te espera
No hay un cuarto donde entibiar
la piel adormecida de los años
Afuera los brazos de la oscuridad
acunan brillos fugaces que no llegan
Está fría la noche
como tus ojos,
vacios como la nada,
Inventando jeroglíficos
que justificar,
para no tener que descifrar
el instante de un mañana
que no llega,
de un aliento que gira su rumbo
en mitad de la noche,
en los días de hastío,
habitando el olvido,
durmiendo al cobijo de tu ceguera.
Está fría la noche
como tus ojos,
vacios como la nada,
Inventando jeroglíficos
que justificar,
para no tener que descifrar
el instante de un mañana
que no llega,
de un aliento que gira su rumbo
en mitad de la noche,
en los días de hastío,
habitando el olvido,
durmiendo al cobijo de tu ceguera.
Liliana Tavío Aguilar© 10 de noviembre de 2011
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