Claroscuros
chinescos asustan
al
callejón improvisado
en el
que se ha convertido mi vida
Me
instigan a respirar olores añejos,
extraviados
o perdidos.
Desordenando
recuerdos con sus movimientos
Construyendo
la memoria del momento
Porque
aquella otra,
la
sepultó la enfermedad y el tiempo
La
sepultó la necesidad del olvido
Y exhumaron
sus restos
enterradores
ciegos
guardianes
de un cementerio escondido.
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