La noche se marcha
dejando a su paso la resaca de los desvaríos
y yo me columpio en las lianas invisibles
que las estrellas descuelgan
para no regalarme el título de maestra.
Para hacer de la vida el más difícil todavía
y emparanoiarme entre las idas y venidas
y no saber cuándo y de dónde vengo
o cuando y a dónde me fui.
El sol no entibia
Es tan grande el frío que adhiere mi alma
Las manos no responden a mis reclamos
Y yo no sé hacia donde iniciar mi camino
Aquí en medio de la encrucijada
que me deja la noche
y que no piensa dilucidar el alba.
Liliana©Mayo 2021
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