"Decir"sentimientos


A veces se hacen pocas las palabras cuando se quieren “decir”sentimientos, y no se abarca todo ese universo que se quiere y se necesita expresar; otras veces no se puede exorcizar las emociones que nos estrangulan el alma , y a solas, en el acto más íntimo que una puede tener consigo misma, cuando la poesía adquiere ese matiz de eterna confidente, y su verbo es el tuyo, ahí se queda plasmado, compartido con el mundo lo que somos, la poesía se hace voz, nos desnuda y nos devuelve a nuestros orígenes eternos, al corazón del universo.

viernes, 25 de enero de 2013

SIN CONDICIÓN SIN VOLUNTAD (PARTE 2ª)



No entendía la paradoja del motivo, pero al menos había llegado al convencimiento de tener cierto grado de conflicto con la autoridad, había llegado a esa conclusión tras sorprenderse discutiendo en varias ocasiones con agentes de  policía o reaccionando de manera beligerante con algún jefe de turno. Todo lo que sabía es que desde niña había tenido siempre que callar ante cualquier atropello, los hombres de su familia llevaban a raja tabla la obediencia de su sexo, más allá de cualquier otro criterio, y en la escuela, padeció de manera no menos traumática las consecuencias de sus enfrentamientos verbales con sus profesores y compañeros.

Así, cuando sentía que no le debía nada a nadie, sus impulsos sediciosos  no encontraban límites pero tampoco la forma más adecuada para darles salidas y siempre acababa en problemas.

Pero ahora no encontraba explicación plausible con la que acallar su conciencia, con la que justificar su falta de voluntad ante aquel hombre que la había soliviantado desde la primera vez en el insolente gesto de precipitarse a acariciar su muslo cuando sentada en aquel  salón le daba clases de piano.

Posó su mano en su rodilla derecha, mientras la miraba esperando su reacción; ella, dejó acrecentar aquella sensación de vértigo en el tiempo en que una leve descarga eléctrica recorría su columna sin saber identificar la dirección;  animado, sin encontrar resistencia su mano inició el ascenso por el interior de su muslo, la suavidad de su piel solo era interrumpida por los incontables poros que se erigían excitados a recibir de manera entregada el calor de esa caricia, osada su pierna tembló facilitando el recorrido, abriéndose de manera casi imperceptible e involuntaria; la melodía del piano, se fue pausando lentamente  hasta dejar de sonar.

Y ella deseando bajo una súplica enmudecida, que esa mano llegara a su destino. Deseaba cerrar los ojos cuando aspiró todo el aire de la habitación al unísono en que su corazón se desbocaba por una planicie. El fuero interior de su sexo golpeaba con dureza por salir. Al final cerró los ojos ansiosa  de saltar al abismo. Cuando el deseo se detuvo en el borde del encaje de su prenda más íntima, se quedó allí merodeando la puerta como un animal hambriento Allí paseando la yema de los dedos por ese borde infinito de  rosada tela y describiendo la curvatura de sus ingles.

Poco a poco fue incitando el deseo desde la proximidad sin llegar a liberarlo. Así fue que al fin se fue garantizando la bienvenida ávida de su regreso para la próxima incursión. Empujando las ansias en el precipicio abismal de un suspiro interrumpido y en un hálito de aliento tibio desvanecido en el aire contenido de aquel salón.


Liliana TavíoAguilar©Enero 2013

2 comentarios:

  1. Uffffff, Al borde del abismo de los sentidos m siento. con este texto donde to es osadia y denudez para goce de uan ardea casi marchita. El deseo es insinuacion ante todo, aproximacion esa es su aventura, la conclusion es la muerte. Un beso. me encanto!!!!!

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    1. Gracias por esta flor que me entregas con tu comentario...

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