"Decir"sentimientos


A veces se hacen pocas las palabras cuando se quieren “decir”sentimientos, y no se abarca todo ese universo que se quiere y se necesita expresar; otras veces no se puede exorcizar las emociones que nos estrangulan el alma , y a solas, en el acto más íntimo que una puede tener consigo misma, cuando la poesía adquiere ese matiz de eterna confidente, y su verbo es el tuyo, ahí se queda plasmado, compartido con el mundo lo que somos, la poesía se hace voz, nos desnuda y nos devuelve a nuestros orígenes eternos, al corazón del universo.

domingo, 11 de septiembre de 2016

A solas conmigo misma (I)

La vida transita mi geografía y temo no estar preparada para ejercer de anfitriona. Hace tanto que no me visito, que tal vez no sepa explicarle que hay nuevas montañas, nuevas vaguadas, que ha cambiado el color de mi cielo y el aroma de algunas flores, temo no saber contarle porqué y cómo ha sido ese proceso y sobre todo, para qué están ahí, ahora.
No he sabido estar conmigo, ni a solas ni en compañía…y la vida no me sonríe porque yo no le sonrío a ella. Aunque no, no es justo pensar esto tampoco, sería desagradecida, ella siempre me está sonriendo pero yo quiero más, no sé qué más, ni cuánto más, pero parece que no me conformo, me aterra la mediocridad en la que me siento inmersa, los problemas cotidianos son intrascendentes, lo sé, pero me fagocitan sin remedio.
Estoy necesitando que una fuerza centrífuga me lance fuera de mí, me aleje para observar mi nuevo panorama, mi paisaje, desconocido a mis ojos, pero también tengo miedo de pensar así, una fuerza centrífuga escaparía a mi control, sería superior a mis posibilidades y eso es inmanejable, no, y no soy omnipotente como demuestro ser, no, soy una más, que lloro, siento y me duelo y que muchas veces no puedo con más aunque nunca diga, no.
Por otro lado, qué triste pensar así, esperar un empuje externo para moverme en la dirección deseada, ¿deseada? Entonces ¿sé hacia dónde quiero moverme?, pero eso es todo un hallazgo! cuando hace mucho tiempo que me lamento por no tener deseos, y lo más triste es que me doy cuenta de ello cuando en mis madrugadas al salir a trabajar y mirar hacia la bóveda oscura que me cubre, veo una estrella fugaz y soy incapaz de balbucear un deseo y solo una lágrima de pena, acude en mi consuelo pero indicarme que aún estoy viva y que me siento.
Fragmento de “A solas conmigo misma”.
LilianaTA©Septiembre 2016