"Decir"sentimientos


A veces se hacen pocas las palabras cuando se quieren “decir”sentimientos, y no se abarca todo ese universo que se quiere y se necesita expresar; otras veces no se puede exorcizar las emociones que nos estrangulan el alma , y a solas, en el acto más íntimo que una puede tener consigo misma, cuando la poesía adquiere ese matiz de eterna confidente, y su verbo es el tuyo, ahí se queda plasmado, compartido con el mundo lo que somos, la poesía se hace voz, nos desnuda y nos devuelve a nuestros orígenes eternos, al corazón del universo.

viernes, 15 de enero de 2016

ALGUIEN

Alguien juega a ser dios
sin saber que tiene poder para serlo
Alguien ejecuta la sinfonía de la vida
dirige la banda sonora del Universo
alguien ostenta el derecho de decidir
quién vive
quién no
quién come
quién no
quiénrie
quién llora
quién gime de placer
oquién grita de dolor
alguien, que puede ser él, el otro o el de más allá
alguien que se identifica con el sexo de dios
Alguien ostenta el derecho a decidir
porque así se lo ha creído,
alguien que no soy yo,
pero se maneja en mis adentros
compartiendo mis genes
alguien que me lleva pero no me siente
alguien que se cree dios
aniquila la esperanza humana
de no morir en manos de su misma raza.
Alguien le sirve de velo a la oscuridad
del terror.
Ese alguien anda suelto en cualquier callejón.

LilianaTA@Julio2015

UN ATARDECER CUALQUIERA

Laminada, con la fragilidad de una mica
Tan grisácea como la luz de un atardecer prematuro,
así parece recrearse mi memoria,
con  los recuerdos construidos de los retales de ayer.
Nada era,
y todo fue,
y una voz interior –pregunta-:
Quién teme al lobo blanco de la conciencia
Y otra voz –contesta- :
Yo,
y también él.
y el tiempo que se columpia en el campanario de la ausencia.
Mirando burlón y satisfecho,
Invitándote a negociar
lo que ya no tiene lugar.
El tiempo ,
que repica en el vacío de tus manos,
El tiempo,
que se lastima trepando una torre sin escaleras,
Testigo de otro amanecer,
aquel que nunca mancillamos
porque  la complicidad malsana
de la experiencia,
nos dejó huérfanos de saborear una primera vez.
A cambio,
la ternura de un beso,
el mismo que durante años hubiese podido ser.
Sin embargo,
la realidad vociferaba: “nunca pudo ni llegará a ser”.
Y volamos en barriletes de papel de seda,
sabiendo de la crueldad de la tormenta.
Suicidas de las causas perdidas,
personajes fatuos
de un teatro improvisado
con la soledad de fondo de escenario.
Mientras,
en los arpegios de un chelo,
se escapaban los sentimientos
como el aire entre las rejas
que torneaban la cancela
de los bosques de mi imaginación.
Mientras, yo lo veía pasar,
en los bordes
de un atardecer cualquiera.
LilianaTA©Enero2016


miércoles, 6 de enero de 2016

VOLVER

Sin ser capaz de llegar hasta la profundidad de mis abismos
Siento la caída libre una y otra vez
Sin saber el origen de tan hondo pesar
Que me arrastra y me arrastra y me arrastra
Como una piedra  atada a mi cuello
En dirección sur
Sin cartel anunciador de destino.
Nuevamente pasa por mi estación
Un tranvía llamado “nostalgia”
Y un grito infinito, atenaza mi garganta:
“quiero volver a casa”
Y he perdido el mapa de regreso
Ya no sé dónde estaba
Ya no sé de dónde vengo.
Los cristales crujen en la noche de mi tiempo
Este tiempo que me acuna sin yo pedírselo
Y su huella tácita acompañando mi andar
Y su peso
Y su intransigente pasar
Esquivo como el aire
Y Cruel en su mirar.
Y no,
No tengo a donde regresar
Un lugar donde respirar mi infancia
Donde un olor me devuelva la ternura extrañada
Donde un sonido atienda mi llamada
Un voz, calme mi mirada perdida
Y un abrazo sacie mi desconsuelo
De una despedida sin medida
Donde nadie me preguntó si me quería marchar.
Necesito volver a algún lugar.

LilianaTA©Diciembre2015